Pama, Viernes 31 de Diciembre de 1954.
Tengo la espera de tu llegada, y callado caminé al tranvía, temeroso por el frío reinante, pensamientos ira y porfía, erguido en mi postura desafiante… olvidando o queriendo hacerlo, con un sesgo soslayado escapando a mi pensamiento perturbado. ¡Amada mía!, ¿cómo olvidar ese verano indescifrable?, ¡¿ es que no tiene palabras para contarlo ?!, mis lágrimas no se escriben para explicar esa inmensa falta que me haces…